lunes, 20 de agosto de 2018

APORTES DE FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS (1839-1915)




La figura de Francisco Giner de los Ríos permanece indisolublemente unida a la Institución Libre de Enseñanza que activamente ayudó a fundar y de la que fue una de sus figuras más importantes. Pero también su nombre aparece vinculado al Krausismo por lo que para valorar su figura se hace necesario comprender las bases de este movimiento y después entender el contexto en el que se gestó esta Institución.

  1. INFLUENCIA DEL KRAUSISMO
Cuando Francisco Giner de los Ríos se trasladó a Madrid inició una amistad con un grupo de intelectuales vinculados al Krausismo entre los que destacaba Julián Sanz del Río, quien era un activo divulgador de estas enseñanzas después de sus estancias en Bélgica y Alemania. Hay que entender que el Krausismo fue mucho más que una filosofía siendo un intento de construcción de un país diferente con una clara vertiente de renovación espiritual, que se plasmó en la necesidad de una renovación educativa. Los krausistas enfatizaban la soberanía de la razón contraponiéndola al oscurantismo, además de apostar por el naturalismo y el idealismo humanista, buscaban la creación de un “hombre nuevo” capaz de regenerar moralmente del país y apostar por un nuevo modelo individual y colectivo más racional, ético y humano. La influencia de Krause, o de la adaptación que Julián Sanz del Río hizo de sus teorías, fue total en el nacimiento de esta corriente liberal y educativa de ética laica contrapuesta a la moral católica imperante,  de la que Francisco Giner de los Ríos fue una personalidad influyente. Además en 1869 al morir Julián Sanz del Río fue Francisco Giner de los Ríos quien pasó a ser la máxima personalidad de este movimiento krausista. Para concluir,  Giner del Río logra además un equilibrio entre la teoría y la aplicación en la educación: ”teoría y práctica, no; la práctica es práctica de la teoría; y la teoría es teoría de la práctica y éste es su sentido, su valor y su significación”. No se queda además en especulaciones sino que buscndo una conexión con la vida y la sociedad logra materializar sus ideas en instituciones concretas.

  1. IDEAS PEDAGÓGICAS
La formación intelectual de Giner de los Ríos era amplia y respecto a la pedagogía se basó en españoles como Jovellanos y sobre todo Montesinos. También era hombre de gran cultura e interés que desarrolló el método intuitivo y el principio de la actividad basándose en Pestalozzi y Fröbel. Realmente no fue ajeno a las nuevas teorías educativas. Estudió las principales obras pedagógicas y a través de la Institución Libre de Enseñanza recibió revistas especializadas, lo que compaginó con las estancias en otros países como Reino Unido y Portugal. También asistió como ponente a diferentes Congresos internacionales, lo que nos deja de manifiesto que no se mantuvo aislado e intentó siempre estar al día.


  1. CONTEXTO HISTÓRICO PARA EL NACIMIENTO DE LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA
El nacimiento de la Institución Libre de Enseñanza fue una consecuencia de la “segunda cuestión universitaria”. Con la Restauración y bajo el gobierno de Antonio Cánovas del Castillo se vuelve a dar validez a la Ley Moyano en educación, derogando los art. 16 y 17 del Decreto de Octubre de 1868. Esto en la práctica supuso la prohibición de la libertad de Cátedra y tuvo eco en una serie de catedráticos y profesores universitarios que presentaron su dimisión, comenzando por el rector Emilio Castelar al que siguieron los profesores Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo Azcárate, Segismundo Moret y Nicolás Salmerón. En el fondo de este asunto se estaban debatiendo las posibilidades de desarrollar la ciencia y el pensamiento en España. Por lo que después de esta “segunda cuestión universitaria” se constató las dificultades de lograr este objetivo en la esfera pública por lo que las iniciativas se trasladaron a la privada y se materializaron en la Institución Libre de Enseñanza.

Existe un precedente de esta Institución que fue el Colegio Internacional de Madrid. Éste fue fundado por Nicolás Salmerón en 1866 y duró unos  ocho años. Por otro lado, ya Sanz del Río al frente de los krausistas había apostado por un centro de enseñanza superior para formar las élites intelectuales y sociales del país ante las dificultades para modernizar  la universidad en particular y a la enseñanza española en general. Para lograr ese objetivo necesitaba un marco legal adecuado y la Constitución española de 1876 en su art. 24 permitía establecer centros de enseñanza si éstos cumplían las normas morales e higiénicas. Finalmente la decisión fue tomada por Francisco Giner de los Ríos junto con sus amigos Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón  en el año 1876. Al proyecto se unieron catedráticos y profesores universitarios cesados por su protesta en favor de la libertad de cátedra y el proyecto unían a miembros y simpatizantes de diversas ideologías, no exclusivamente krausistas, como : descontentos del conservadurismo canovista, republicanos, militares, incluso rivales intelectuales del krausismo. El proyecto para la creación del establecimiento fue redactado el 18 de marzo de 1876 y la primera Junta de Accionistas se celebró en mayo del 1876. Francisco Giner de los Ríos máximo impulsor fue nombrado presidente. Cargo que mantuvo hasta su muerte en 1915 cuando Manuel Bartolomé Cossío tomó el relevo de la Institución.

Desde el comienzo la necesidad de independencia económica fue primordial, por eso se buscó accionistas quienes  mediante suscripciones la sostendrían económicamente. Entre estos existía una amplia muestra de las diversas profesiones que formaban la burguesía liberal junto con algún aristócrata y propietario. La idea fue un éxito porque la Institución Libre de Enseñanza nunca recibió dinero del Estado ni de ninguna otra institución, manteniéndose con estas acciones y donativos además de los ingresos de la matrícula y demás servicios.  En segundo lugar, el proyecto desde sus inicios fue el de una universidad libre consagrada a la educación no oficial y no dogmática, buscando de esta manera formar la élite del país. No obstante, aunque la Constitución de 1876 en su art. 24 permitía su creación, la presión conservadora puso muchas trabas ya que en su art. 11 se defendía la enseñanza católica. Incluso el proyecto nació sin la posibilidad de utilizar el título ni de Instituto ni de Universidad por imperativos legales, de ahí que apostase por el nombre Institución.


  1. EVOLUCIÓN DE LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA: DE UNIVERSIDAD PRIVADA A COLEGIO
Como ya hemos visto la Institución nació con la vocación de ser una Universidad privada. El objetivo era implantar los estudios de Derecho a los que se unirían los de Filosofía y Letras. Sin embargo este proyecto a partir de 1878 fue desechado debido a las dificultades encontradas. En primer lugar la Institución nunca solicitó la homologación o convalidación de estudios, por otro lado la experiencia demostró que una reforma de la enseñanza debe aportar por la enseñanza primaria. Además los profesores de esta primera etapa cesados por  la “segunda cuestión universitaria”  fueron readmitidos tres años más tarde por lo que la mayoría se dispersó al volver a sus destinos. Por esas razones la Institución decidió introducir los estudios generales (primarios y secundarios), incluyéndose el parvulario, en 1878.

En 1881 Francisco Giner de los Ríos fue restituido a su cátedra, aunque su labor al frente de la Institución continuó y se fue adquiriendo un renombre nacional e internacional por la calidad de su enseñanza. En esta Institución Francisco Giner de los Ríos se volcó de tal manera que las ideas y los aportes de ambos se identifican de manera absoluta confundiéndose. Por ejemplo algunas apuestas de Giner en sus clases universitarias fueron adoptadas en la Institución, como la ausencia de exámenes y de libros de texto, el estudio directo de la realidad, el respeto a la intimidad y a la autonomía del estudiante. Los esfuerzos de la Institución, y también los personales de Francisco Giner de los Ríos, se dirigieron a romper el aislamiento buscando el contacto con las corrientes europeas. Esto es palpable en el propio modelo de la institución que estaba inspirado en el modelo británico. Curiosamente fue a través de Gumersindo de Azcárate como Francisco Giner de los Ríos comenzó admirarlo. Un ejemplo de esta influencia inglesa fue el uso de juegos y deportes, como el fútbol, en la educación a partir de 1882.
 
  1. IDEOLOGÍA GENERAL DE LA INSTITUCIÓN
Esta Institución tuvo su motor en el movimiento regeneracionista y en el intento  práctico de comenzar a reformar la sociedad ante la situación de degradación política y social que vive el país. El objetivo último era la creación de un hombre nuevo capaz de elevar el nivel socioeconómico de éste y aproximarnos a Europa recuperando el tiempo perdido. Se trataba de un objetivo netamente reformista pero para ello no se basaban en leyes, sino como otros pedagogos como el italiano Francesco Tonnucci apostaba por la educación de una minoría  para conseguir “la redención intelectual y moral de la patria”. Para lograrlo se aplicaba una educación moderna abierta a todos los campos del saber y alejada de las cortapisas impuestas por cualquier ideología política o religiosa, por ello en sus estatutos se declaraban ajenos  a todo interés religioso, ideología o partido político, proclamando el derecho a la libertad de cátedra, la inviolabilidad de la ciencia y el respeto a la conciencia individual. De esta manera como Institución se mantenían al margen de la lucha política, aunque todos los miembros de la comunidad educativa podían de forma individual asociarse o ejercer libremente sus ideas religiosas o políticas. De hecho la escuela promovería un sentido religioso de la vida sin apostar por ninguna manifestación concreta o confesión específica, lo mismo podía decirse de su postura política. Tal vez se trataba de un ejercicio de prudencia o una apuesta decidida por la libertad de conciencia.

 En resumen la institución se encontraba cerca del laicismo, o mejor dicho de la la neutralidad,  frente a los dogmas de la enseñanza estatal vinculada a la Iglesia. Se identificaba con la libre discusión y la libertad de enseñanza y de investigación frente al dogmatismo imperante. Promovía la educación activa e integral frente a la enseñanza memorística, junto con una apuesta por el método científico y el racionalismo, la libertad de textos y la supresión de exámenes memorísticos para formar en todos los campos del saber. Incluía la coeducación lo que levantó muchas reticencias en la sociedad de la época este reconocimiento de la igualdad de la mujer,  también el respeto al cuerpo plasmado en la higiene y la gimnasia, el respeto a la naturaleza que hay que observar y conocer directamente y, por último,  la apuesta por una educación integral que incorporaba la formación manual, la estética y la educación física. Ideas tal vez demasiado progresistas para la época que se materializaron en sus Estatutos. En el art. 15 se manifiesta que «esta Institución es completamente ajena a todo espíritu e interés de comunión religiosa, escuela filosófica o partido político, proclamando únicamente el principio de la libertad e inviolabilidad de la Ciencia y de la consiguiente independencia de su indagación y exposición respecto de cualquiera otra autoridad que no sea la de la conciencia»
Dentro de esta ideología el niño de no ha de ser visto como un simple recipiente al que llenar con conocimientos y comienza a tener una libertad y autonomía inimaginable en la enseñanza tradicional. Francisco Giner de los Ríos defenderá la actividad y la motivación basándose en el método socrático. Como ya hemos visto la libertad no es sólo desde un punto de vista teórico o alejado del alumno, como la libertad de cátedra, de investigación… sino que es también un derecho del niño. Pero la libertad debe ir unida a la responsabilidad, por lo que volveríamos al primer punto: el objetivo de crear hombres nuevos y completos abiertos a todo el saber humano.
Lógicamente estas ideas chocaron con los sectores más conservadores y también con esa burguesía que era vista como la protagonista de este proceso de regeneración a través de la educación. Hay que tener en cuenta que la burguesía aceptó la Restauración lo que limitó la influencia de la Institución y también sus bases económicas.  Pero es cierto que la Institución respondió  las exigencias de parte de la intelectualidad que apostaba por un modelo liberal y científico que condujese a una sociedad democrática, lo que mantuvo el proyecto vivo aunque con una influencia limitada.



  1. PRINCIPIOS EDUCATIVOS GENERALES
En primer lugar, no existe la separación habitual entre las etapas educativas sino que párvulos , la educación primaria y la secundaria se inscriben en una etapa continua denominada educación general. Dentro de esta los alumnos se dividen en secciones diseñadas para fomentar el trabajo activo de todos, desterrándose las asignaturas aisladas. De hecho los niños aprenderían las mimas cosas en las primeras secciones que en las últimas, aunque la medida diferenciatoria la marcará el desarrollo de cada uno. A excepción de las lenguas clásicas, estudiadas sólo por aquellos que tengan especial inclinación. El objetivo es que al final de su formación el niño haya adquirido lo fundamental de los conocimientos humanos. El trabajo intelectual se combinará con las actividades al aire libre y el contacto con la naturaleza y el arte buscando eliminar los sistemas tradicionales de exámenes o premios-castigos para así cambiar las relaciones entre alumnos y de éstos con los profesores. Se trata de establecer relaciones en un ambiente familiar ya que la escuela debe ser su segundo hogar. Paralelamente se fomentan las excursiones ya que la Institución se opone al régimen de internado pero intenta establecer un contacto con la naturaleza. Como alternativa para los padres de fuera de las ciudades propone una vida familiar de un pequeño grupo de alumnos en casa de un profesor. Para la Institución las familias tienen un papel activo y se debe buscar su cooperación y entendimiento. Salvo excepciones es en su seno donde debe vivir el niño.

Como ya hemos señalado la Institución partía de una "reverencia máxima que al niño se debe" que busca despertar el interés de los alumnos primero hacia unos conocimientos más generales y luego orientar a los alumnos hacia una educación profesional según las aptitudes y vocaciones. Para ello busca fomentar su creatividad durante su educación. Por ejemplo, los alumnos hacían sus propios libros a partir de los cuadernos de clase, ya que los libros de texto se suprimieron así como los deberes en favor de esta creación de material escolar por los alumnos. De este modo se busca fomentar la actividad personal y la experiencia creativa de los alumnos combinando diversas fuentes de aprendizaje, inculcándose el interés hacia los libros en general (no confundir con “los de texto”). Se trata de quitar obstáculos al niño para así liberar todo su potencial creador y ahí el papel del maestro como vamos a ver era vital para mantener el interés. Sobre sus procedimientos señalar que se buscaba la eficiencia incentivando el ensayo, pero este principio de “reverencia máxima que al niños se debe” hacía también que cualquier intento de dogmatismo quedase proscrito. Cuando se funda la Institución la influencia de Pestalozzi y Fröebel estaba muy extendida, por eso la Institución se basa en el método intuitivo que se va desarrollando con los años.


  1. FIGURA MAESTRO
Dentro de esta apuesta por la enseñanza activa el papel del maestro era de vital importancia, lo que  se busca la vocación, severidad y probidad en la conducta y las dotes de investigación y exposición como señala el art. 18 de sus Estatutos. El maestro debe estar atento a las necesidades de cada alumno ofreciendo una enseñanza individualizada que se base y potencie su personalidad, además el interés y la curiosidad de los niños deben ser alimentados por los maestros. Para preparar a éstos la Institución intentó dignificar su trabajo y formarles al máximo para sacarles su máximo potencial ya que ahora no se deben limitar a enseñar cosas sino a enseñar a hacerlas. Se les exigía una formación superior y una formación pedagógica teórica y práctica, al comprobar la ausencia de preparación pedagógica de los catedráticos de enseñanza secundaria la Institución intentó que se establecieran centros de formación del profesorado, ya que el profesor es el eje fundamental de eta escuela renovada alejada de la de “leer, escribir y contar” y la única forma para lograrlo es que este realmente preparado. A cambio de este compromiso se pide un aumento de su retribución, sobre todo la de los maestros rurales, y se apuesta por la creación de “bibliotecas pedagógicas” para facilitar su formación y reciclaje.




  1. VALORACIÓN DE LA FIGURA DE FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS
A la hora de valorar  los aportes de Francisco Giner de los Ríos debemos considerar que su obra, esto es la Institución Libre de Enseñanza, fue un movimiento que superó las expectativas de un centro de enseñanza al uso. En este sentido la Institución no sólo fue la protagonista  de una renovación pedagógica sin precedentes sino de una  modernización cultural del país en un sentido más amplio, apoyándose para esto en una serie de nuevas instituciones que se fueron creando en su seno impulsadas tanto por Francisco Giner de los Ríos como por su sucesor al frente de la Institución Manuel Bartolomé Cossío. Entre éstas destacan: el Museo Pedagógico Nacional, las Colonias Escolares, la Junta para la ampliación de estudios e investigaciones científicas, la Residencia de Estudiantes, la Dirección General de Primera Enseñanza, las Misiones Pedagógicas...  Todas ellas fueron protagonistas en este objetivo de renovación cultural del país. Incluso el propio Cossío inauguró la Cátedra de Pedagogía, convirtiéndose la Pedagogía en disciplina universitaria por primera vez,  en el curso 1904-1905 en la Universidad Central, y en ella se jubiló en 1929. 

La mayor crítica radica en la limitación del número de afectados debido a la propuesta krausista de adoptar una estrategia elitista.  Esto se compensó con estas otras iniciativas que se llevaron a cabo en su seno. Entre estos esfuerzos por ampliar la influencia de la Institución destacó las Misiones Pedagógicas ya nombradas, con las que Manuel Bartolomé Cossío bajo el gobierno ya de la II República intentó extender la influencia de la Institución. Fue precisamente bajo este gobierno de la II República cuando muchos de los postulados de la Institución, y del ya fallecido Francisco Giner de los Ríos, tuvieron un eco e influyeron decisivamente en el rumbo de la educación pública. Desgraciadamente la guerra civil y la posterior victoria franquista obligaron al cierre de centros y el Estado ejerciendo una función represora se incautó de sus bienes. La persecución contra personas, también contra cualquier eco en los programas y métodos, fue total. No obstante habría que nombrar el centro privado Colegio Estudio como el único centro que continuó durante esos años con el espíritu de la Institución. No siendo hasta el restablecimiento de la democracia en 1978 cuando estos bienes fueron lentamente devueltos, paralelamente se reanudaron actividades como la reedición de su revista pedagógica BILE y se han ido organizando actos al reorganizarse la Institución como Fundación.




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