Actualmente se utiliza la CDU (Clasificación Decimal Universal) en la mayor parte de las bibliotecas del mundo al ser este el sistema normalizado de clasificación temática general. Entre sus ventajas está que permite moverse a los alumnos con comodidad en cualquier biblioteca. Dentro de la CDU se incluye todo el conocimiento humano y se basa en números arábigos para evitar diferencias lingüísticas (Diez clases divididas del 0 al 9 y cada clase dividida en 10 subclases que a su vez pueden subdividirse). En concreto los libros de ficción se etiquetan en el número 8, en las bibliotecas escolares se suelen colocar separados, y cada género tiene una letra, paralelamente se ordenan por grupos de edades usando un código de color en el que el azul indica hasta los 7 años, poca letra y muchas ilustraciones. La ventaja de seguir las normas bibliotecarias es que fácilmente cualquier persona puede seguir nuestra labor. En el caso planteado, lógicamente la aplicación de la CDU debiese tener en cuenta especificidades del entorno. En este caso, faltan detalles porque nos indican solamente que debemos elaborar una biblioteca de lectura pero no sabemos si se trata de una biblioteca de aula o de centro, además en este último caso ignoramos si es un centro de educación infantil o también de primaria.
Si hablásemos de una biblioteca de centro ( incluyendo
la educación primaria junto con la infantil), la lógica nos dice que debiésemos
aplicar una versión simplificada de la CDU más fácil de manejar para el
alumnado y para el profesorado, limitada a dos dígitos o tres máximo acompañados de palabras claves,
colores o pictogramas para facilitar el uso a los alumnos. Por ejemplo en biblioabrazo nos presentan una
adaptación de la CDU con colores y pictogramas en forma de Margarita de colores (la clase 4 se encuentra actualmente vacía):
Por lo tanto esta
información debiese colocarse en un mural explicativo a la entrada de la
biblioteca, también los estantes debiesen tener un cartel visual con la
información de esa sección ( color, pictogramas y palabras clave), por último
los libros en el lomo debiesen tener un código con sus dígitos para su clasificación
y también información visible para los alumnos especialmente una pegatina con
el color .
Por otro lado en el caso de
bibliotecas dedicadas específicamente a infantil, esta forma de clasificación
no se adapta bien a las necesidades y especificidades de su material. En http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/8/cd_2008/mod1/anexo_005.htm
nos presentan una clasificación específica para los libros infantiles de 0 a 6
años. Por supuesto que esta clasificación puede usarse en un biblioteca escolar
en un centro de eduación infantil y primaria ya que los libros infantiles
pudiesen formar una sección separada. Esta clasificación que se acompaña también de pictogramas sería la
siguiente:
- Mundo que me rodea: con libros sobre las rutinas del niño y el
entorno que le rodea.
- Cuentos para ver: libros sin texto o si existe es marginal, para
disfrutar con las imágenes.
- Cuentos para contar: libros en
los que el texto es importante, para ser leídos por un adulto.
- Libros con música: del tipo de
rimas, canciones, adivinanzas, letrillas… según la fuente utilizada.
Personalmente en los libros con música incluiría también los libros que
tienen sonido.
- Libros con sorpresa: para la
manipulación y permiten jugar con ellos, del tipo de los troquelados y
pop-up.
Por supuesto que teniendo en cuenta la temática con la
que se trabaje en ese momento en las distintas clases se podrían preparar unas
cestas con libros clasificados por el tema. Los libros físicamente estarían
colocados en una cesta con una etiqueta que identificase el tema y permitiese
llevarla al aula, o ir rotando por las aulas, para complementar las bibliotecas
del aula.
Cómo organizar una biblioteca escolar. Aspectos
técnicos y pedagógicos, Gobierno de Navarra, 2000
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