JEROME BRUNER ( 1915- )
Es el padre de la teoría del
aprendizaje por descubrimiento cuyo objetivo es promover el papel activo del
alumno en el proceso de enseñanza como la única forma para conseguir el
aprendizaje efectivo. De esta forma al alumno habría que enfrentarle a problemas
con el objetivo no sólo de buscar una solución sino de transferirla. Al igual
que Piaget, Bruner consideraba que el desarrollo intelectual del alumno se basa
en el dominio de ciertas técnicas y en él influyen dos factores: por un lado la
maduración, que permiten la representación progresiva del mundo en base a tres
dimensiones (acción, imagen y lenguaje simbólico), y por otro la integración
que sería el empleo de información para solucionar problemas. Además Bruner
clasifica en tres las formas en que el niño percibe el mundo dependiendo de su
desarrollo: la enativa, que realiza la representación de
sucesos pasados por medio de la respuesta motriz; la icónica, relacionada con
las respuestas motrices y el desarrollo de imágenes representativas y
secuenciadas de una determinada habilidad; y , por último, la simbólica, con el
lenguaje como su expresión más objetiva
ya que es el medio de representación y transformación del mundo. Por
último, otro concepto importante en la teoría de Bruner fue el de andamiaje,
relacionado con la zona de desarrollo próxima de Vygostky, porque en ambos se
incide en el papel mediador del adulto. En este sentido, el concepto andamiaje
se referiría a las estrategias que promueven los adultos con el objeto de
facilitar el aprendizaje de los niños. Estas podrían ser ejemplos,
instrucciones, ayudas…. que una vez que los niños no demandasen tanto la ayuda
serían retiradas, como los andamios, al estar ya construida esa habilidad.
Como ejemplos de la influencia
directa de las teorías de Bruner en el proceso de enseñanza, se puede señalar
la necesidad de realizarla en el lenguaje propio del alumno, la necesidad de
fomentar la motivación intrínseca y extrínseca mediante la recompensa por los
descubrimientos realizados, y la necesidad de plantear el aprendizaje como una
actividad importante y significativa. El trabajo de la enseñanza es visto desde
el punto de vista de presentar problemas y fomentar la habilidad para
resolverlos y el interés por descubrir. De este modo la potencia intelectual de
los alumnos es desarrollada y la memoria, al basarse en la organización
personal de materiales y procesos por parte de cada alumno.